domingo, 28 de agosto de 2011

La Última Ruta.





Félix Sánchez González.

En Memoria de Félix Sánchez González.

Dice el saber popular: que la vida es el camino que todos debemos recorrer, para llegar alcanzar nuestro destino, que no es otro que nuestro encuentro con la muerte. En este recorrido todos tratamos de realizar y conseguir nuestras metas y objetivos, que nos marcamos día a día sin saber si lo conseguiremos. Uno de nuestros pensamientos quizás el que más veces se nos viene a la cabeza, es el de que después de haber recorrido este camino que es la vida y haber conseguido todos nuestros propósitos, ya cumplidos un montón de años, y rodeados de todos nuestros seres queridos, reposando en nuestra cama. Por fin recibamos la visita  que a lo largo de los años se ha ido demorando. Pero para muchos no siempre es así, y a menudo esa visita se adelanta y tira por tierra todos nuestros proyectos e ilusiones, partiendo en dos todo lo que nos rodea, y quedando por inacabados un sinfín de propósitos e ilusiones. Este es el caso de Félix, un buen hombre, como lo demostró  a lo largo de los 47 años que lo tuvimos entre nosotros.
Félix tenía como entretenimiento principal el hacer deporte, y todos los días después de cumplir con sus labores cotidianas de trabajo y familiares, se dedicaba en cuerpo y alma a practicarlo. Yo lo conocí en la montaña, y a lo largo de los años pude ir apreciando sus calidades como persona. No voy a resaltar ahora una por una sus cualidades, creo que para los que le conocimos no hace falta repetir como era Félix, todos sabemos cómo era. Pero para los que no tuvieron la suerte ni el honor de conocerle personalmente, simplemente decirles: que con mirarle a la cara, y observar en su rostro esa continúa sonrisa, franca y limpia, bastaba para saber con quién estabas.
Dentro de los deportes su mayor pasión era el ciclismo, y practicándolo nos abandonó. El sábado día 13 de agosto de 2011 sobre las ocho y media de la mañana, un loco borracho le sesgó la vida en la Nacional 630 en el término municipal de Villar de Plasencia. Tirado en la carretera quedo su cuerpo inerte, roto, como todos sus proyectos e ilusiones.
Con esta pequeña  exposición de instantáneas, que a lo largo del tiempo se fueron tomando en algunas de las rutas que por las diferentes montañas realizamos juntos, en compañía de otros muchos compañeros. Sirvan de recuerdo a su memoria.
DESCANSA EN PAZ AMIGO. Que allá donde te encuentres, puedas seguir disfrutando de todo lo que un loco te ha privado aquí en la Tierra.
Hasta siempre Félix.






















 





 Que tus pasos te guíen hacia
donde te mereces.


4 comentarios:

  1. Las personas mueren cuando nadie ya las recuerda. Amigo Félix, Tú vas a vivir mucho mucho tiempo.

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  2. Gran reportaje en memoria de nuestro gran amigo Félix, gracias Fran así permanecerá en nuestra Memoria y nos acompañará allí por donde caminemos.

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  3. Nos ha dejado Félix Sánchez, y quería dedicarle unas palabras recogidas del mensaje del Gran Jefe Seattle, como homenaje a todos aquellos que supieron encontrar la armonía con nuestra hermana Naturaleza.
    Nuestros espíritus son como las estrellas,
    nunca se extinguen.

    Cada parte de esta tierra
    es sagrada para nosotros,
    cada brillante aguja de abeto,
    cada playa de arena,
    cada niebla en el oscuro bosque,
    cada insecto que zumba,
    cada claro del bosque es sagrado,
    para nuestro pensar y sentir...

    Nuestros muertos nunca olvidan
    esta maravillosa Tierra,
    nosotros somos parte de ella,
    y ella es una parte de nosotros.

    Las olorosas flores
    son nuestras hermanas,
    el ciervo, el caballo, la gran águila,
    son nuestros hermanos.
    Las rocosas alturas,
    las suaves praderas,
    el cuerpo ardoroso
    en el esfuerzo del potro y del hombre,
    todos pertenecen a la misma familia...

    Lo que acaece a la Tierra
    también les acaece
    a los hijos de la Tierra.

    Tenemos que enseñar a nuestros hijos
    que el suelo que está bajo sus pies
    tiene las cenizas de nuestros antepasados.

    Para que respeten la Tierra,
    contadles que la Tierra
    contiene las almas
    de nuestros antepasados.

    Enseñemos a nuestros hijos
    que la Tierra es nuestra madre.

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  4. "Lleva quien deja y vive el que ha vivido"
    (Antonio Machado)

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