martes, 24 de noviembre de 2009

Ruta de la Serrana - Piornal - Garganta la Olla. 22-11-2009




El día 22 de Noviembre de 2009 el Club de Montaña Valcorchero, realizo la ruta de la Serrana, desde el pueblo del Piornal al de Garganta la Olla. Dicha ruta transcurre de la comarca del Valle del Jerte donde se encuentra situado el pueblo del Piornal, a la de la Vera donde se encuentra enclavado el pueblo de Garganta la Olla. Discurre entre extensos robledales y cerezos, entre retamas y brezos, lo cual la confiere sobre todo en esta época del año un variopinto mosaico de tonos y colores. A demás podremos observar una bonita cascada en la garganta Mayor, esta cascada se precipita por una enorme losa de granito. Lástima que este año por motivos de la pertinaz sequia no llevara el agua que acostumbran a llevar los arroyos en estas fechas. Quedándonos con las ganas de poder observar dicha cascada. Pero no por esto las personas que hicimos el recorrido, dejamos de disfrutar del entorno agreste y bravío, con que la naturaleza doto a estas comarcas del Norte de Extremadura. Pero antes de pasar a exponer las fotografías que tome. Déjenme que les cuente algo sobre estas dos poblaciones. Que son ricas en leyendas y mitos.


PIORNAL.



Municipio del Valle del Jerte, en la provincia de Cáceres. En el límite con la comarca de la Vera y que a través de su puerto se accede a la misma. Se encuentra en la Sierra de San Bernabé, su altura es de 1.200 metros sobre el nivel del mar, la más elevada del Valle del Jerte y de toda Extremadura.


El pueblo del Piornal es conocido principalmente por sus fiestas del Jarrampla, las cuales están declaradas como Fiestas de Interés Turístico de Extremadura. Jarrampla es un personaje de leyenda. No se conoce exactamente el origen de Jarrampla. Se barajan varias teorías, desde mitológicas - las luchas y el castigo que infligió Hércules a Caco -, hasta las ceremonias vistas por los primeros conquistadores de América entre los indios, o la más simple, en la que se habla del personaje como el típico ladrón de ganado que es sometido al castigo y las burlas de los convecinos. Aunque tras la unión de la festividad de San Sebastián a la celebración de Jarrampla surgió una nueva teoría que afirmaba que Jarrampla era un guerrero cristiano que se hizo musulmán. Lo realmente importante de Jarrampla más que sus orígenes, ya perdidos en el tiempo, es que Jarrampla representa a la comunidad que se une para luchar contra el mal. El personaje de Jarrampla ha sufrido ciertas modificaciones. Hace unos años la función principal de Jarrampla era la de entretener a los zagales, ya que estos eran los únicos que le podían lanzar nabos. Estos últimos años la posibilidad de lanzarle nabos se ha extendido a todos los asistentes. Ante la fiereza de los impactos se ha protegido con una coraza de fibra de vidrio y poliéster que le resta movilidad, Jarramplas ya no persigue a la chiquillería asustándola y lanzándole las cachiporras. Antiguamente los quintos iban por los huertos de los alrededores robando los nabos que eran lanzados contra Jarramplas. Actualmente, y ante la escasez de estos, el ayuntamiento se encarga de distribuirlos por las calles, para que a nadie le falte un nabo para arrojar a Jarramplas.


GARGANTA LA OLLA.


A unos 5 km de Cuacos de Yuste se encuentra la localidad de Garganta la Olla. Su nombre latino fue "Ad Fauces", que significa Garganta; y el término "la Olla" le viene concedido por el hoyo en el que está situada, formado por la Sierra de Tormantos y por los relieve de San Salvador y San Bernabé, quedando abierta al Sur por donde discurre una garganta conocida como Garganta Mayor. La zona ya estuvo poblada desde antiguo, como lo demuestra la presencia de varios castros vetones. En tiempos visigodos existían dos monasterios de cirta fama, en la actualidad lamentablemente derruidos, el de San Martín de Tours y el de San Salvador. La población es muy rica en cuentos y leyendas; como son las leyendas con motivo religioso como la muy conocida leyenda de los Siete Obispos Mártires, según la cual, en tiempos de la invasión islámica, siete obispos se refugiaron en un monasterio San Salvador donde fueron encontrados por los musulmanes y asesinados. Antes de morir uno de los obispos enterró las Sagradas Formas a unos metros de la cabecera de la iglesia, de donde brotó una fuente que aún sigue manando. Este monasterio dio lugar con posterioridad y ubicado a menos altura al monasterio de Yuste. Otras hacen referencias a seres fantásticos entre ellos a los duendes, existe también una leyenda que versa sobre una especie de ninfa o dama encantada. Otro ser fantástico de la zona es una especie de serpiente peluda y que algunos describen además con cuernos, también las hay que hacen mención al diablo. De estas leyendas una de las más conocidas es aquella que dice que se apareció con forma de mujer enlutada a un cabrero en la sierra.... Pero la más conocida por todo el mundo es la de la Serrana de la Vera.



Refiere la antigua leyenda popular que la Sierra de Tormantos fue el escenario elegido por la Serrana de la Vera, la garrida moza garganteña, para sus sangrientas hazañas, que aparecen en la historia de Extremadura allá por el siglo XVI. Es opinión muy admitida que se trataba de una atractiva, hermosa y noble placentina, perteneciente al linaje de Carvajal, que, traicionada en sus primeros amores por un pariente suyo y de la misma estirpe, se echó al monte, se trocó en una auténtica salteadora de caminos, con el decidido propósito de vengar en cuantos hombre pudiera la afrenta que aquél le hiciera. Se valía para ello de toda clase de seduciones y todo género de engaños y, en algunas ocasiones, por su fuerza más que varoniles, de llegar a la lucha personal, cuerpo a cuerpo. Luego los encaminaba a la fatídica cueva donde transcurría su existencia de deleites y los asesinaba. Hay que ampliar el relato haciendo constar que les daba sepultura en el propio campo y que colocaba cruces sobre sus tumbas, hasta el punto de llenarlo. Todo esto, que ha sido trasmitido oralmente, tuvo su final cuando, informada la justicia por un viajero que logró escapar, puso fin a tanto horror, prendiendo a la feroz serrana y haciéndola morir en la horca. Acabo esta pequeña introducción con este antiguo romance popular de la Serrana de la vera.


Romance de La Serrana de la Vera.



Allá en Garganta la Olla


en la vera de Plasencia,


salteóme una serrana


blanca, rubia, ojimorena;


trae recogidos los rizos


debajo de la montera;


al uso de cazadora


gasta falda a media pierna,


botín alto y argentado


y en el hombre una ballesta



Sus cabellos destrenzados


con los arcos de sus cejas


flechas arrojan al aire,


y en el aire las flechas vuelan



De perdices y conejos


sirvióme muy rica cena,


de pan blanco y de buen vino


y de su cara risueña


Si buena cena me dio


muy mejor cama me diera;


sobre pieles de venado


su mantellina tendiera


aguárdate, lindo mozo,


vuélvete por tu montera.



La montera es de buen paño,


¡pero aunque fuera de seda!


¡Ay de mí, triste cuitada,


por ti seré descubierta!


descubierta no serás


Hasta la venta primera.




















El grupo comenzando la ruta en el pueblo

del Piornal.


















Pronto se empieza a andar entre matojos.


















Panorámica de la meseta del Piornal.


















Por debajo de las brumas, se encontraba

nuestro destino.

















Santos de "pastor", controlando a

los pequeños.

















Panorámica de los extensos robledales.

















En algunos puntos, el monte bajo era

prácticamente impenetrable.

















En otros sin embargo el sendero

estaba limpio.

















Otra panorámica del robledal.
















El grupo, en un momento de relax.
















En mi pais, las porteras se pasan

"agachadita, agachadita"
















Pues en mi tierra se pasan así: primera

fase "jincando rodilla en tierra".
















Y segunda fase,

"rascándose el lomo contra la pared".















Garganta Mayor.















Panorámica con sus contrastes de colores.















La juventud hidratándose.















La juventud alimentándose.















Caída de la cascada de la garganta Mayor.















Me caguen todo lo que se menea, a que al

final me caigo dentro de la grieta.















El grupo transitando entre robles,

helechos y retamas.















Panorámica tomada desde el alto

del Risco de la Portilla (1.197 metros).















La gente va llegando en pequeños grupos.















Otra panorámica desde el mismo alto.















Reponiendo fuerzas.















Una ventana con vistas al campo.















Desde las alturas, el mastín petrificado

guarda las leyendas de estas tierras.















Descendiendo hacia Garganta la Olla.















No es de extrañar, que existan los

duendes en estos parajes.















Llegando a nuestro destino.















La Serrana de la Vera.



























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