miércoles, 29 de junio de 2011

Travesía de los Tres Valles (25-26 de Junio de 2011)

 Desaunando en el pueblo de
Aldeanueva del Camino.


Los días 25 y 26 de junio de 2011, un grupo de 10 personas pertenecientes al Club de Montaña Valcorchero, hemos realizado la travesía de los Tres Valles, que partiendo de Gargantilla pueblo enclavado en el Valle del Ambroz, hemos llegado a Garganta la Olla pueblo de la Vera ubicado en el Valle del Tiétar, haciendo noche en el pueblo del Piornal perteneciente al Valle del Jerte. Dicha travesía ha estado marcada por el calor, el cual ha sido mucho, pero al final no ha impedido que terminásemos sin ningun contratienpo digno de mencionar nuestro recorrido.
Como está ruta ha transcurrido por una zona donde habito y vivió el pueblo Vetón, más en estas fechas está de moda el programa de Hispania, no me queda más remedio que tratar hoy en mi disertación acostumbrada antes de la exposición de las fotografías, de la figura de un ilustre personaje que anduvo en sus correrías por estas tierras. Este èrsonaje no es otro que el aguerrido y noble Viriato. Que acaudillo a los Lusitanos y Vetones entre otros pueblos, en las luchas contra Roma.

Viriato.
De entre los héroes de la antigüedad Hispánica mejor conocidos, destaca la figura de Viriato, un hombre real que vivió en los duros años de la invasión y conquista romana. Nombre claramente céltico, compuesto por la palabra Viria que era el brazalete distintivo del líder de la tribu.

Este Dux Latronum (Jefe de los Bandoleros) como es llamado por APIANO, quién también nos comenta:
"Viriato en medio de los bárbaros se distinguió por las virtudes de un general; no hubo una sola sedición entre sus tropas; nadie fue más equitativo que él en la distribución del botín...",

Fue proclamado Rex y Amigo del pueblo romano por el Senado de Roma, en su último tratado de paz, preámbulo de la traición que le costaría la vida.

El escritor POSIDONIO, que residió en Hispania y escribió sobre sus pueblos, en el año 80 a.C., sin embargo nos dice de Viriato:

"...
no contaminado por la civilización ha alcanzado la virtud, no por la educación, sino por vivir conforme a las leyes de la naturaleza...”
La historia nos habla de un hombre joven y musculoso, sobrio en la comida y la bebida, siempre dispuesto al combate, la mayor parte del tiempo con la armadura puesta, y la espada preparada, incluso en los descansos, breves y pocos en Viriato.
la figura de Viriato, consigue reunir a distintos pueblos como: los LUSITANOS, VETONES, ARÉVACOS, PELENDONES, VACEOS y en ocasiones hasta los pueblos GALAICOS, en enfrentamientos contra Roma, aunque entre los aliados se producen cambios de bando continuos, sólo Lusitanos y Vetones son fieles a su lucha contra los romanos, hasta su derrota definitiva, poco tiempo después del asesinato de su General, tan sólo durará un año su sucesor; TAUTANOS, quién caerá derrotado en su intento de incursión por tierras Levantinas, muriendo junto a los últimos hombres del heterogéneo ejército de Viriato.

Pero todo esto comenzó de la siguiente manera:
Servio Sulpicio Galba es enviado por el Senado como pretor de la provincia Ulterior en el año 151 a.c., con la misión de reiniciar las hostilidades y proseguir con la conquista, ahora no se trata de hacer la guerra, sino de acabar con los Lusitanos mediante el engaño. Disimula comprender el problema de estas gentes, la falta de tierras, y promete un reparto justo entre ellos, a condición de que abandonen las armas y vivan pacíficamente.
Los Lusitanos cansados de tantos años de guerra, y tras largos debates, deciden aceptar las condiciones de Galba, este los manda reunirse en tres campamentos separados y entregar las armas para proceder de forma generosa al reparto de tierras entre las familias, una vez reunidas las gentes en estos campamentos y desarmados, son rodeados por los soldados romanos, y a una señal son vilmente asesinados sin ningún tipo de piedad.

Se calcula entre 8.000 (VALERIO MÁXIMO) y 30.000 (SUETONIO) las víctimas de la crueldad de Galba.

De esta felonía escapa un niño que había acudido con sus padres; Viriato, quién años más tarde se convertiría en la pesadilla romana, huye a la sierra y se une a los guerreros que en ella se esconden.
Viriato había nacido en la Sierra de la Estrella (Portugal), territorio de los Lusitanos, zona boscosa de gran belleza natural, donde se dedicó al pastoreo, seguramente para los terratenientes de la zona, ya que es sabido de las diferencias sociales existentes entre estos pueblos, que compartían una estructura gentilicia en la que las tierras eran posesión de un señor al que servían las clases menos favorecidas, como sabemos del que fuera su suegro; Astolpas, rico en ganados y tierras, y claro colaborador de los romanos a los que incluso invitó a la boda de su hija con el joven Viriato, también sabemos de la austeridad de Viriato que no acepto con agrado la celebración del banquete, con todo detalle de lujos y exhibición de copas y recipientes de oro y plata, por lo que, una vez terminado el enlace, montó a caballo y desapareció con su bella esposa, y sus fieles compañeros, internándose de nuevo en su espacio natural; La sierra.
Antes de partir, según nos cuenta DIODORO, Viriato le dijo a su suegro, dándole a entender claramente sus sospechas de colaboración con los romanos; "¿Cómo los romanos, que ven estas riquezas en los banquetes de sus casas, rechazan las tuyas (de Astolpas) que tienen un gran valor, cuando podían, en virtud de su poder, adueñarse de ellas?"
CAMPAÑAS DE VIRIATO:

147 a.c.

Viriato, es aún un guerrero más del ejercito Lusitano, que en éste año atacan la rica tierra Turdetana (el valle del Guadiana y Guadalquivir, la románica Bética) con unos efectivos de 10.000 hombres, cerca de la antigua ciudad de URSO (actual Osuna).

146 a.c.

Plautio recompone un escaso ejército de 10.000 infantes y 1.300 jinetes y ataca a Viriato en la Carpetania, este insiste en su táctica guerrillera que tan buen resultado le estaba dando y consigue en un primer encuentro matar 4.000 romanos, retirándose luego a su refugio del Mons Veneris o Monte de Venus, que según los arqueólogos clásicos deberíamos situar en la actual Sierra de San Vicente en los Montes de Toledo, pero según otras investigaciones se cree que Mons Veneris estaba situado en la conocida hoy en día por; Sierra de la Serenita, en Gredos, enclave geográfico más estratégico para base de operaciones guerrilleras, dado su emplazamiento entre los valles del Jerte y del Tormes, lugar de paso obligado entre la Hispania sur y norte por la que más tarde pasaría una vía romana que aún podemos ver en el Puerto del Pico en la provincia de Ávila.
Plautio después de intentar atacarlo en estos parajes y tras sufrir otra derrota se retiró a sus cuarteles de invierno en la Bética, Viriato siguió con sus incursiones por el Tajo, luego llegó hasta el Ebro, para más tarde tomar la ciudad de Segóbriga (actual Cabeza de Griego en Cuenca).
145 a.c.

A
cabada la 3ª Guerra púnica contra Cartago y destruida esta, Roma ahora dispone del ejército y los medios necesarios para proseguir la guerra Lusitana. El nuevo cónsul de la Hispania Ulterior FABIO MÁXIMO, hermano de ESCIPIÓN EMILIANO, llega con un bisoño ejército de reclutas compuesto por 15.000 infantes y 2.000 caballeros más 10 elefantes, pasando el primer año de su llegada adiestrando a las tropas en la fortificada ciudad de Urso, Viriato le acosa y mantiene su dominio, campando a sus anchas, sin una oposición clara.
144 a.c.

Máximo sale de la Bética y obliga a retirarse a Viriato de TUCCI (actual Martos en Jaén) hasta BAECULA (actual Bailén) donde se hace fuerte en las montañas de Despeñaperros, límite natural entre Castilla y Andalucía. Viriato inicia desde aquí un acercamiento a los pueblos celtíberos; VACEOS, AREVACOS, BELLOS Y TITOS se alían en la lucha contra Roma, más por miedo a Viriato que por aversión a los romanos hasta entonces aliados suyos.

143 a.c. / 141 a.c.

Viriato sigue con sus incursiones por la Bética llegando a la BASTETANIA (actual Andalucía oriental; Málaga) por aquel año son enviados a Hispania los cónsules; CAECILIO METELLO y FABIO MÁXIMO SERVILIANO, este último aportaba dos legiones incompletas, con un total de 18.000 infantes y 1.600 caballeros, logró expulsar nuevamente a Viriato de Tucci y esperó la llegada de 300 jinetes númidas y 10 elefantes para continuar con el hostigamiento a Viriato por tierras de la BETURIA (actual provincia de Badajoz).

140 a.c. / 139 a.c.

QUINTO SERVILIO CEPIÓN nuevo cónsul, llegó a la península con la idea de no respetar la paz y reiniciar la guerra contra Viriato, la consigna del Senado era clara, había que acabar con el fiero caudillo, a cualquier precio y de la forma que fuera preciso, valía todo.

ASESINATO DE VIRIATO, 139 a.c.

P
ara negociar la paz con los romanos son elegidos tres lugartenientes de Viriato de triste recuerdo; AUDAX, DITALCÓN Y MINUROS, se sabe que no eran Lusitanos, sino Jefes Béticos aliados de Viriato, ya por sus nombres claramente greco-latinos podemos afirmarlo, y por su conocimiento de la lengua latina les fue encomendada esta negociación, estos discuten con Lenas y Cepión las condiciones de la rendición, pero Cepión quiere más, quiere acabar de una vez por todas con Viriato, y ofrece a estos grandes riquezas en oro y en tierras si matan a Viriato, prometiéndoles por ello el agradecimiento de Roma y el perdón para todos los suyos.
De regreso al campamento logran burlar la guardia y adentrarse en la tienda de Viriato, aprovechando que está dormido, se lanzan sobre él y le cortan el cuello, le atraviesan repetidamente con sus espadas, asegurándose de que quede bien muerto, tras lo cual huyen deprisa antes de levantar sospechas en el campamento, una vez cumplida su traición, se presentan a Cepión, para reclamar la recompensa, este les comunica que se les entregará con honores de héroes en la mismísima Roma, donde deben acudir a recibirla.
Allí fueron a presentarse al Senado para reclamar la recompensa, pero la célebre contestación del Senado fue esta; Roma no paga Traidores Les había salido gratis el asesinato de Viriato, el engaño de nuevo había dado sus frutos. La Ética romana se daba a conocer. Política de Estado.
Y una vez terminado con la pequeña lección de historia, paso a exponer las fotografías tomadas durante el recorrido del itinerario.
Subiendo hacia el Puerto de Honduras.

Un descanso en la ascensión
al Puerto de Honduras.

Este bichito, la "Cigarra" nos acompaño por
miles a lo largo del camino.

Refugio del Puerto de Honduras.

Vista de los pueblos de Gargantilla y Aldeanueva
del Camino, desde el Puerto de Honduras. 

Panorámica.

Parte del grupo en el Puerto de Honduras.

Vertiente del Valle del Jerte.

Descendiendo hacia Cabezuela.

Emboscados.

Exuberante helechal.

Refrescándose las piernas, ya que las miles
de ortigas que había entre los helechos, les
habían puesto las piernas calientes de narices.

Pequeña cascada en el tupido bosque.

Un pequeño alto, para descansar.

Antiguo puente.

Refrescándose.

Parada en Cabezuela para darnos un baño.

Piscina natural de Cabezuela.

Navaconcejo, terraza donde comimos.

Sesteando antes de continuar.
Quedaba la ascensión al Piornal.

Cenando en el Piornal, estos en el alberge.

Y este en la hospedería.

Durmiendo en el alberge.

O donde se podía.

Desayunando.

Comenzamos a andar en el segundo día.

Primer descanso.

En el fondo del valle, Garganta la Olla.

Insecto Palo.

El viejo puente sobre la Garganta Mayor.

Refrescándose un poquito.

Cascada por donde se precipitan las aguas
de la Garganta Mayor.

A este no le importaba que el agua
estuviera fría.

Pequeño coleóptero.

Uno fotografía el paisaje, el otro lo observa.

Instantánea de Jorge.

Repostando en una fuente.

A la sombra del bosque de robles.

Viejo castaño.

Llegando al Cerro del Salvador.

¡Miradla! ¡Está ahí abajo!

Panorámica.

Robles y más robles.

Refrescándonos en la última fuente del
camino, antes de llegar a Garganta la Olla.

Torre de la iglesia de Garganta la Olla.

Escultura de la Serrana de la Vera.


1 comentario:

  1. Me dijo Fernando que hacíais Rutas con un club de montaña y las documentabas en un blog. Muy buenas, esta última una pasada, ¡me las apuntaré! Muy buen blog. Un saludo tío.

    Carlos Duarte Plaza

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